dimarts, 23 d’octubre del 2007

Santa Rita Rita... LO QUE NO SE DA NO SE QUITA! És que algú ho dubta encara? Que tornin ja!

Més info relacionada sobre aquest tema en aquest blog,


La Comissió per la Dignitat, més sobre la jornada de diumenge passat a Barcelona,

així ho reflexa EuropaPress

així El País -http://foro.elpais.com/-:
La Comissió de la Dignitat tiene razón. Catalunya apremia al Gobierno a devolver los papeles de SalamancaLa política es gestión eficaz de los servicios públicos, pero también va asociada a los sentimientos colectivos. Vamos mal si un país tiene gobernantes que no aciertan en planificar bien sus infraestructuras. Pero, al mismo tiempo, que nadie se escandalice porque los políticos se preocupen del tono vital de su país.

No, no es perder el tiempo hablar del aprendizaje lingüístico de la población inmigrada, de la debilidad del consumo cultural en catalán, de la proyección internacional de la literatura, a pesar de lo que opinen a veces los que, a menudo desde fuera, afirman que ocuparse de la identidad es desatender las prioridades reales cotidianas de las personas. Más allá de lo que poseemos, que ciertamente tiene mucho que ver con nuestro bienestar, somos lo que sabemos, lo que pensamos y lo que sentimos. Catalunya tiene que ser un país líder en universidades e investigación, en tejido empresarial, en comunicaciones... Pero el progreso en todos estos aspectos sería insuficiente, si no nos reconociéramos en una historia que reemprendemos y que proyectamos, añadiendo el trazo de este presente complejo, hacia el futuro. Los pueblos tienen que percibir en los políticos que los representan la fuerza y el compromiso de quien aspira a ser intérprete de sus sentimientos profundos. Pujol acertaba cuando decía "Som 6 milions" o "El català, cosa de tots".

Desde el restablecimiento de la Generalitat se reivindicó la recuperación de los documentos que las autoridades franquistas habían requisado de instituciones y de particulares con la voluntad de utilizarlos para la represión. Mientras la Generalitat volvía a tener su sede en el edificio que había adquirido en el año 1400, hace más de 600 años, para establecer su sede, su documentación oficial correspondiente al periodo republicano continuaba incomprensiblemente en el Archivo de Salamanca. ¿Cómo se podía justificar que las actas del Gobierno de la Generalitat no estuvieran en el Arxiu Nacional y que estuvieran depositadas, casi setenta años después del final de la guerra civil, aún en Salamanca? Finalmente se produjo el retorno, pero los papeles de las personas particulares aún no están donde tienen que estar. Se aducen razones legales para justificar el retraso de una devolución que no admite más aplazamientos.

La Comissió de la Dignitat tiene razón. Como la tienen los que firmaban el manifiesto que ayer leyó Josep Maria Terricabras en el Palau Sant Jordi, los miles de persones que asistían al acto, y Antoni Bassas, Raimon, Maria del Mar Bonet, Pep Sala y Toni Albà, que daban voz y gesto a un clamor sereno y firme de afirmación de dignidad nacional. Porque en política los sentimientos cuentan. Y mucho.